¡Cuidado con el Sol!
Por Lucía Sanz Araujo
Para la inmensa mayoría de los cubanos verano y
vacaciones son sinónimo de playa.
Entonces, queremos lucir lo más rápido posible un
lindo tono dorado, nos exponemos horas y horas al
Sol, practicando deportes o tumbados en la arena, y
¡ a “asarnos” se ha dicho!
Las consecuencias no se hacen esperar: unos se
tuestan y casi ennegrecen, otros enrojecen como
camarones, algunos sufren edemas, quemaduras, y
todos, todos sin excepción, dañan inconscientemente
su salud.
Debes saber que el efecto dañino de los rayos
solares es de tipo acumulativo y aparece, con mayor
frecuencia, luego de la cuarta década de vida.
INFRARROJOS, VISIBLES Y ULTRAVIOLETAS
La luz que nos llega del Sol está formada por
radiaciones de diversa longitud de onda —esta es
como la separación ante las crestas de dos olas
sucesivas en el mar—.
La de mayor longitud de onda, y menor energía, es la
infrarroja (IR) que transmite calor y produce el
envejecimiento de la piel. Por sí solas no son
agresivas, pero sí asociadas a radiaciones
ultravioleta.
Le sigue la radiación visible, con una longitud de
onda intermedia, portadora de luz y causante, al
igual que los rayos ultravioleta, de reacciones de
fotosensibilidad.
Por último, está la radiación Ultravioleta (UV), con
menor longitud de onda y mayor energía, compuesta
por rayos ultravioletas A, B y C.
Cuando la luz solar atraviesa la atmósfera, el ozono
(O3),
el vapor de agua, el oxígeno y el dióxido de carbono
(CO2)
absorben toda la radiación UV-C y aproximadamente el
90 % de la radiación UV-B. La atmósfera absorbe la
radiación UV-A en menor medida. Por ello, la
radiación UV que alcanza la superficie terrestre se
compone, en su mayoría, de rayos UV-A y una pequeña
parte de rayos UV-B.
Según nos manifestó el Doctor Joel Cagide Valle,
especialista de Primer Grado en Medicina General
Integral, la exposición al Sol posee una acción
terapéutica en enfermedades, como la psoriasis y el
vitíligo, entre otras, y es coadyuvante en la
formación de vitamina D. Una exposición controlada,
en particular en los niños, es necesaria para fijar
la vitamina D, y así evitar el raquitismo.
Desde principios de los años sesenta se ha
detectado, en todo el mundo, un importante
incremento de la incidencia de cánceres de piel en
poblaciones de piel clara.
Las quemaduras solares y el bronceado son los
efectos agudos más conocidos de la exposición
excesiva a la radiación UV; a largo plazo, se
produce un envejecimiento prematuro de la piel como
consecuencia de la degeneración de las células, del
tejido fibroso y de los vasos sanguíneos, inducida
por la radiación UV. Los efectos crónicos comprenden
dos grandes problemas: los cánceres de piel y las
cataratas.
En todo el mundo se gastan miles de millones de
dólares en el tratamiento de estas enfermedades, que
en muchas ocasiones se podrían haber prevenido o
retrasado.
Conviene señalar que la radiación ultravioleta sobre
la superficie de la Tierra aumenta a medida que la
cantidad de ozono disminuye, y este proceso se ha
acelerado en las últimas décadas debido al uso
indiscriminado que ha hecho el hombre de sustancias
agotadoras de la capa de ozono (SAO) empleadas como
refrigerantes, en equipos como los refrigeradores,
aires acondicionados y congeladores; también en los
atomizadores o sprays o fertilizantes como el
bromuro de metilo.
Cuba se encuentra entre las naciones que marchan a
la vanguardia en la reducción de las SAO con un
serio trabajo encabezado por la Oficina Técnica de
Ozono, perteneciente al Ministerio de Ciencia,
Tecnología y Medio Ambiente.
MÁS VALE PRECAVER …
…que tener que lamentar, dice un conocido refrán.
Por esa razón, si quieres disfrutar verdaderamente
tu estancia en la playa, el campismo o simplemente
al aire libre en estos meses de intenso calor debes
tomar una serie de medidas a fin de atenuar el
efecto dañino de los rayos del sol.
¿Qué hacer?
*No es recomendable tumbarse al sol, ni dormir bajo
sus rayos; sobre todo, durante el conocido medio día
astronómico: de once de la mañana a tres de la
tarde, horario de mayor efecto directo de la
radiación solar, aunque tengas un protector solar.
*Si te decides a dorarte, inicia la exposición al
sol por cortos periodos de tiempo, preferiblemente
en movimiento.
*Prescinde de colonias y perfumes pues pueden
mancharte la piel. Si estás tomando algún
medicamento consulta con el médico.
*Recurre a un protector solar. Si deseas que resulte
eficaz aplícatelo –de manera abundante- media hora
antes de tomar el sol, y renuévalo con frecuencia
porque se elimina en parte al contacto con la arena,
la ropa y el agua.
*Tomar líquidos y aplicarse agua sobre el cuerpo o
bañarse para refrescar la piel, previene el
envejecimiento precoz de la piel.
*Protege las zonas más sensibles de tu cuerpo: cara,
labios, senos, orejas y el dorso de los pies.
Utiliza gorras, sombreros de alas anchas y
sombrillas. En el caso de las gafas, resultan útiles
para retrasar el envejecimiento de los tejidos
oculares.
*Como la arena, la sal y el agua reflejan los rayos
del sol, muchas veces no es suficiente estar bajo
una sombrilla
Y recuerda que:
*Aunque el día este nublado, el 70-80% de los rayos
UV siguen llegando a la piel.
*En la playa estar en el agua no evita la acción de
los rayos solares.
Disfruta pero protege tu salud.