Maceo y el juramento de Baraguá
120 años de la caída en combate del Mayor General Antonio Maceo y Grajales (1845-1896).
- Leer más sobre Maceo y el juramento de Baraguá
- Inicie sesión o regístrese para comentar.
- 904 lecturas
120 años de la caída en combate del Mayor General Antonio Maceo y Grajales (1845-1896).
Una imagen del Comandante ha presidido durante estos días luctuosos los homenajes que le ha tributado el pueblo cubano....
En la finca El Abra, Isla de la Juventud, José Julián Martí Pérez curó las heridas causadas por las cadenas y el roce de los grilletes durante su prisión en Las Canteras de San Lázaro, en La Habana. En el Abra fecundó ideas y pensamientos. De las canteras, donde fue obligado a realizar trabajos forzados en mil 870, con solo 17 años, viajó a El Abra.
La legendaria ciudad de Santiago de Cuba atesora valores históricos y patrimoniales que enriquecen la vida de sus moradores, testigos excepcionales de hechos de trascendencia para la nación. Unos, los vivieron, y otros los heredaron con mucho orgullo.
Considerada un monumento, la urbe oriental es como un museo a cielo abierto para mostrar a nativos y visitantes cuánto de gloria la sostiene.
“Si la esclavitud no es errónea, entonces nada es erróneo”, expresó Abraham Lincoln, quien fuera el presidente que proclamó el fin de la esclavitud en los Estados Unidos de América, el 1ro. de enero de 1863.
Considerado por muchos como el programa de lucha del pueblo cubano durante la Guerra de 1895, el Manifiesto de Montecristi fue suscrito el 25 de marzo de ese propio año.
Firmado por José Martí y Máximo Gómez, el principal documento programático de la nueva contienda perseguía por objetivo fundamental exponer ante el pueblo cubano y el resto del continente los objetivos de la guerra recién comenzada el 24 de febrero.
A la puerta del capitalino Teatro Martí, todavía de estreno después de su reapertura, me recibe Isachi Durruthy Peñalver, la especialista que atiende Promoción Cultural. Una orquesta ensaya y los sonidos son desordenados. Se oyen un platillazo, una trompeta, un tambor. Isachi me pide que la siga. Descorre una cortina y, al invitarme a entrar, algo inusual me sucede.
Resulta interesante cómo, sin asistir a clases regulares y en un brevísimo lapso de tiempo, pudo José Martí concluir el bachillerato, completar la carrera de Derecho y aun estudiar una segunda especialidad.
Desde su arribo a España (1º de febrero de 1871) y a Madrid (16 del propio mes), Pepe Martí, que había llegado enfermo del cuerpo y del alma tras las crueldades sufridas en carne propia y ajena en el presidio, dedicó sus escasas fuerzas a continuar desde la Península su lucha por la libertad patria.
En la Republica Dominicana, en la ciudad de Santiago de los Caballeros, se firmaron en 1892, las llamadas “cartas de Santiago”, en la que Martí invitaba al mayor general Máximo Gómez a sumarse a su proyecto libertario y el Generalísimo aceptaba la responsabilidad.
Por entonces, la familia Gómez Toro habitaba la casona de 5a y D, junto al teatro Amadeo Roldán, en el Vedado capitalino. Esa edificación iba a ser demolida, razón por la que Benito Lagueruela y Vicente Font, dos cardenenses, realizaron gestiones para rescatar la habitación donde había fallecido el Generalísimo.